martes, 31 de marzo de 2009

Tema 2: Petrificado



En la primera casa donde viví, se decía que era pesada -por no decir embrujada- cosa que solo tengo vagos recuerdos, dado que por un accidente, perdí la memoria, y solo recuerdo algunas cosas a partir de los ocho años, pero las cosas que no recuerdo me contaron mis hermanos y amigos. 
Mi antigua casa tenia esta distribución: en al fondo estaba la cocina -negra por el hollín de las cocinas a kerosene-, antes de ella estaba un callejón al lado derecho, dos dormitorios y un comedor al otro lado, a la entrada estaba la sala y continuaba el callejón al lado, entre la sala y el comedor había una puerta muy bonita y antigua pero rechinaba como esas películas de terror cuando alguien la habría o cerraba, hacia recordar a Drácula o cosas por el estilo. 

Papá trabajaba por aquel entonces en Pesca Perú, y viajaba mucho a Supe o Vegeta, y en ocasiones se quedaba por allá; cuando llegaba a casa, mamá siempre le contaba, que escuchaba pasos en la casa por las noches, a demás, que los apagones no ayudaban mucho y que tenia mucho miedo, y papá, como típico machista, la ignoraba o asumía que se debía a los celos de mamá para que papá cambiara de trabajo, y se quedara más tiempo en casa-o cosas por el estilo-. 

Un buen día papá se quedo y estaban en la casa ellos solos - papá y mamá-, me dicen que estaban ordenando las cosas en el comedor,  y de repente sintieron como un aire frío, que les puso la piel de gallina, se quedaron -no sabían por que- en silencio, como esperando algo, era raro, parecía que incluso el tiempo se había detenido, solo se miraron por unos segundos, y de pronto sin previo aviso, de uno de los cuartos de la casa salió un fuerte ruido, como si un chivo balara, pero tan fuerte, que incluso me dicen, que algunos vecinos pensaban, que habían matado algún animal, para alguna fiesta; mamá reacciono en fracción de segundo salió a toda prisa de la casa, pero ya saliendo noto que papá no la seguía; 
¡Que paso!, ¿Dónde estaba papá?, le pregunte a mamá, me dijo que no sabia, y que tuvo mucho miedo de regresar a buscarlo.

Me comenta que pasaba por allí un vecino, cuando este vio salir corriendo a mamá y se acerco para tratar de ayudar en algo, mamá le dijo lo que había escuchado y este entro a ver que pasaba allí adentro en la casa; el vecino encontró a papá petrificado sin poder moverse y con los ojos cerrados, el vecino llamo a papá, y él abrió los ojos, pues reconoció su voz, pero no se pudo mover y tampoco le pudo responder, el vecino se acerco y lo hizo reaccionar, logrando así salir juntos de la casa.

Al rato, ese mismo vecino subió al techo, y miro por los traga luces de los dormitorios pero no vio nada, preguntaron a todos los vecinos si tenían un chivo o algún animal pero todas las respuestas fueron negativas. 
Luego se armaron de valor y entraron a la casa y revisaron por cada rincón de ella y no hallaron nada.

Por esta razón y muchas más, se mudaron, se fueron a vivir con mis abuelos, por algún tiempo...





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